Costumbres francesas que te sorprenderán

Francia es un país donde cada pequeño gesto y tradición cuenta. Para quienes llegan de otros lugares, algunas costumbres pueden resultar fascinantes o incluso desconcertantes. Vamos a contarte unas cuantas peculiaridades que forman parte del art de vivre francés.

1. El arte de saludar: entre formalidad y afecto

En Francia, el saludo va mucho más allá de decir un simple «hola».

• Seleccionar el saludo perfecto: ¡Importante! Dependiendo de la hora del día y del contexto, se utiliza “bonjour” para la mañana y “bonsoir” para la tarde/noche. Esta distinción refleja la importancia del protocolo y la cortesía. Entre amigos es más común usar «Salut» tanto para saludar como para despedirte.

• «La bise»: El famoso beso en la mejilla es casi como un ritual
• • Diferentes «bise»: En algunas regiones se dan dos besos (normalmente uno en cada mejilla), mientras que en otras pueden llegar a ser tres o incluso cuatro.
  • Código social: No se saluda a cualquier persona de la misma manera; la bise se reserva para amigos, familiares o personas con las que se tiene confianza. Esta práctica, tan arraigada en la cultura francesa, a menudo desconcierta a quienes vienen de culturas donde el contacto físico es más limitado. Algo curioso, es que este gesto cariñoso no entiende de generos.

2. El sagrado “apéro”: una pausa para disfrutar

El apéro es más que un aperitivo; es un momento de encuentro y desconexión que se celebra a diario.

• ¿En qué consiste? Antes de la comida o la cena, amigos o familiares se reúnen para disfrutar de una copa y algunos aperitivos ligeros.
• La experiencia social: El apéro no es solo consumir algo; es el preámbulo de una conversación amena y relajada. Según Campus France Chile, esta tradición es parte esencial del “art de vivre” francés, donde el tiempo para disfrutar de la compañía se valora tanto como el propio alimento o bebida.

3. La obsesión por el pan: la baguette como símbolo

La imagen de un francés caminando con una baguette bajo el brazo es mucho más que un cliché.

• Un alimento del día a día: Los franceses suelen comprar una baguette fresca a diario.
• El valor de lo artesanal: Cada panadería tiene su propia receta, y la calidad del pan es motivo de orgullo. La baguette no solo acompaña las comidas, sino que simboliza la tradición, la constancia y el placer de lo hecho a mano.

4. Gastronomía y rituales en la mesa

La comida en Francia es casi una ceremonia, y cada plato esta pensado con mimo.

• Horarios y duración:
  • El desayuno es ligero y temprano, el almuerzo se disfruta con calma (a menudo durante más de una hora) y la cena, aunque más ligera, se sirve en un ambiente relajado.
  • Es común que el postre o incluso el queso se sirva después del plato principal, reflejando una dedicación al placer de cada bocado.
• El placer de comer:
  • Cada comida es un momento para conversar, compartir y, sobre todo, disfrutar sin prisas.
  • La presentación y la calidad de los ingredientes son tan importantes como el sabor, lo que explica la fama mundial de la gastronomía francesa.

5. Ritmos de vida y el “l’art de vivre”

Más allá de la comida y los saludos, otros aspectos de la vida cotidiana en Francia también pueden sorprender a los extranjeros:

• Horarios distintos:
  • La jornada laboral y los tiempos de comida pueden parecer “desfasados” para quienes vienen de otros países. Por ejemplo, en Francia es habitual que las tiendas cierren temprano y que la cena se sirva a las 19:00 o 20:00.
• El disfrute del ocio:
  • Los franceses valoran profundamente el tiempo libre. Pasar horas en una terraza, disfrutando de un café o una copa de vino, es parte del ritual diario.
  • La calma en espacios públicos, como en el transporte o en parques, invita a la reflexión y al disfrute del entorno.

6. Tradiciones festivas y el orgullo nacional

Algunas celebraciones en Francia tienen una carga simbólica que puede sorprender por su solemnidad y entusiasmo:

• El Día Nacional (14 de julio):
  • Conmemorando la toma de la Bastilla, este día se celebra con desfiles militares, fuegos artificiales y fiestas en casi todas las ciudades.
  • El desfile en los Campos Elíseos es uno de los eventos más esperados y refleja el orgullo y la unidad del país.
• Festividades locales:
  • Cada región tiene sus propias celebraciones, desde festivales gastronómicos hasta ferias tradicionales, que permiten a los visitantes descubrir la diversidad cultural de Francia.

Conclusión

Las costumbres francesas, con toda su elegancia y, a veces, su enigmática sencillez, ofrecen una ventana única al estilo de vida del país. Lejos de ser simples clichés, estos rituales cotidianos muestran una filosofía de vida en la que cada momento –ya sea un saludo, una comida o una celebración– se convierte en una oportunidad para disfrutar y compartir. Para quienes se animan a vivir esta experiencia, la clave está en observar, adaptarse y, sobre todo, dejarse envolver por el encanto de Francia.

¿Estas interesado en descubrir Francia? No dudes en pasarte a conocer nuestros cursos y aprender francés para vivir esta experiencia al 100 por 100.